La tecnología avanza rápidamente y la gran cantidad de soluciones disponibles generan un problema para las empresas instaladoras y mantenedoras: cómo integrar eficazmente esas soluciones tecnológicas. La consultoría tecnológica es clave para tu rentabilidad, ayudando en la integración de las herramientas necesarias para optimizar las operaciones de una compañía. Se trata de un proceso complejo pero muy necesario, que podríamos resumir en cinco etapas:
1. Análisis de la situación
Como consultores, lo primero que hacemos es identificar los sistemas y tecnologías que ya están en uso en la empresa y cómo interactúan entre sí. Normalmente surge el problema de la falta de integración entre las distintas aplicaciones, lo que genera ineficiencias, duplicación de tareas y errores en los procesos. Las múltiples soluciones de gestión de inventarios, planificación de rutas, facturación, GMAO o servicios de postventa muchas veces no se relacionan eficientemente entre sí y esto afecta seriamente la operativa de la compañía.
En este primer paso, tomamos nota de esta realidad, sin dejarnos nada fuera. Incluso registramos qué otras soluciones sería necesario incorporar para que la empresa cuente con una completa digitalización.
2. Análisis de requerimientos
Por requerimientos también podemos entender aquello que necesita la empresa o a dónde quiere llegar. Esto nos lleva siempre a estudiar las soluciones disponibles en el mercado y a explorar nuevas tecnologías que puedan ser más efectivas para las necesidades del negocio.
3. Propuesta de integración
Una vez hecho el análisis, proponemos una solución de integración. El objetivo es que las diferentes herramientas tecnológicas funcionen juntas de manera fluida, eliminando problemas de comunicación y mejorando el flujo de trabajo.
4. Medición del éxito
Para garantizar que la integración sea efectiva, es esencial definir cómo se medirán los resultados. Siempre debemos establecer indicadores clave de rendimiento (KPIs) que permitan evaluar el éxito de la integración tecnológica. Algunos de estos indicadores podrían incluir:
- Productividad del equipo: ¿Se han reducido las tareas administrativas y aumentado las horas productivas en el campo?
- Reducción de errores: ¿Ha mejorado la precisión de los datos y la comunicación entre equipos?
- Satisfacción del cliente: ¿Se han reducido los tiempos de respuesta y mejorado el servicio de mantenimiento?
Estos elementos de medida permiten a la empresa controlar los avances y ajustar la implementación si es necesario.
5. Plan de trabajo
Con el análisis y la propuesta de integración en marcha, diseñaremos un plan de trabajo que funcione como guía de todo el proceso. Este plan podría incluir:
- Cronograma de implementación: un calendario detallado que marque cuándo y cómo se integrarán las soluciones.
- Capacitación del equipo: asegurar que todos los empleados, desde instaladores hasta administrativos, sepan usar las nuevas herramientas.
- Pruebas y ajustes: antes de implementar completamente, se realizan pruebas para detectar problemas y ajustarlos.
- Soporte continuo: el consultor ofrece soporte tras la implementación para resolver cualquier problema que pueda surgir y asegurar que la integración sea exitosa.
Conclusión
La consultoría tecnológica es clave para tu rentabilidad y una herramienta esencial para las empresas instaladoras y mantenedoras. Al acompañar a nuestros clientes desde el análisis inicial hasta la integración total de soluciones, garantizamos que cada tecnología funcione en armonía con las demás, maximizando la eficiencia y evitando los errores que afectan el día a día.
Nuestro objetivo es claro: facilitar la toma de decisiones tecnológicas que mejoren los procesos operativos, incrementen la productividad y reduzcan costes. A través de una estrategia bien definida, aseguramos que las empresas no solo adopten nuevas tecnologías, sino que lo hagan de manera efectiva y medible. Este enfoque cercano y especializado hace de la consultoría tecnológica una inversión esencial para garantizar el éxito y crecimiento de tu negocio.
Características del Consultor Tecnológico
- No vende productos: el consultor no tiene intereses comerciales en los productos que recomienda, lo que garantiza imparcialidad.
- Integra soluciones: encuentra las mejores tecnologías disponibles y se asegura de que todas funcionen juntas.
- Trata con proveedores: es especialista en la gestión y negociación con proveedores de soluciones tecnológicas.
- Conocimiento en IT: cuenta con muy amplios conocimientos en tecnologías de la información.
- Visión de negocio: además de conocimientos técnicos, comprende el negocio y las metas comerciales de sus clientes.
- Especialista en el sector: entiende los retos y procesos específicos de las empresas instaladoras y mantenedoras.
- Gestión de fondos: está al corriente de posibles ayudas y subvenciones para el sector, que pueden aprovecharse en la implementación de nuevas tecnologías.
- Mide productividad: se asegura de medir el impacto de las nuevas soluciones tecnológicas en la eficiencia y rentabilidad de la empresa.
Esta nota, escrita por Javier Ares, CEO de COBERTEC, fue publicada por la revista Tecnoinstalación de septiembre de 2024.